admin_ao
abril 26, 2025
La primera cita es clave porque el profesional evaluará tus hábitos, metas y estado de salud para diseñar un plan personalizado. Estos son los pasos más comunes:
Historial médico: ¿Tienes alguna enfermedad (diabetes, hipertensión, alergias, etc.)? ¿Tomas medicamentos?
Estilo de vida: ¿Qué tan activo eres? ¿Duermes bien? ¿Fumas o bebes alcohol?
Hábitos alimenticios: ¿Qué comes normalmente? ¿Tienes antojos frecuentes? ¿Sigues alguna dieta previa?
Metas: ¿Quieres bajar de peso, ganar masa muscular, mejorar tu digestión o controlar una enfermedad?
Dependiendo tus metas, el nutriólogo puede realizarte:
Medición de peso, talla y circunferencias (cintura, cadera, etc.).
Análisis de composición corporal (con báscula de bioimpedancia) para saber tu porcentaje de grasa, músculo y agua.
Revisión de signos físicos (ejemplo: retención de líquidos, piel, uñas).
Qué aspectos mejorar (ejemplo: exceso de azúcares, falta de proteínas, horarios desordenados).
Un plan de alimentación adaptado a tus necesidades, no una dieta genérica.
Recomendaciones específicas según tu ritmo de vida (ejemplo: menú para oficina, opciones rápidas, etc.).
Al final, programarán citas de seguimiento (usualmente cada 2 a 4 semanas) para:
Monitorear tu progreso.
Hacer ajustes al plan según tus resultados.
Resolver dudas (ejemplo: ¿qué hacer en eventos sociales? ¿cómo manejar antojos?).
Para que la sesión sea más efectiva:
✅ Lleva un registro de lo que comes (puedes anotar 3 días de alimentación normal).
✅ Ten claras tus metas (ejemplo: “Quiero tener más energía” o “Necesito controlar mi colesterol”).
✅ Evita llegar con el estómago vacío o demasiado lleno para las mediciones.
¿List@ para empezar? Agenda tu cita y lleva contigo una mente abierta y ganas de mejorar. ¡Tu futuro yo te lo agradecerá!
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